Para resaltar la importancia del Objetivo 6: Agua Limpia y Saneamiento, vamos a examinar más de cerca una de las invenciones más importantes para contener la propagación de enfermedades: el simple retrete. Objeto de varios chistes y muchas veces un tema tabú, baños higiénicos y sistemas de alcantarillado eficaces son cruciales para proteger nuestra salud y bienestar – algo que durante una pandemia global es más importante que nunca.

¿Pero dónde fue que todo empezó? Abajo contamos 7 cosas que probablemente no sabías sobre las tazas de baño…

Las primeras civilizaciones a usar tazas de baño con agua para tirar de la cadena remontan a los pueblos del valle del Indo del siglo IV A.C., en el noroeste de India y Paquistán, donde ciudades como Mohenjo-Daro y Lothal usaron lo que se estima ser los primeros sistemas de saneamiento urbano, incluyendo el alcantarillado.

Sistemas de alcantarillado fueron, y aún son, vitales para detener la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. También hacen que nuestro ambiente urbano sea mucho más agradable para vivir, transportando los residuos – y su olor – para lejos de nuestras casas. En México, solo el 50% de la población tiene acceso a un baño limpio y seguro en casa, según datos de 2017 sobre “saneamiento gestionado de forma segura” del UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS)*. 

Sabemos que estos residuos, específicamente colonias de microorganismos llamados biopelículas, con el pasar del tiempo llegan a corroer los tubos de desagüe más antiguos, lo que puede resultar, en el mejor de los casos, en reparaciones costosas o hasta en inundaciones, en el peor. Sin embargo, hoy se estima que las biopelículas pueden ser usadas de manera inteligente en los alcantarillados modernos: ellas pueden, por ejemplo, revestir las superficies de los caños y evitar la formación de metano y, a cambio, reducir el impacto del sistema sanitario en el cambio climático.

Entre 1846 y 1860, hubo un brote de cólera a nivel mundial. En esa época, la población de Londres crecía más rápidamente que el sistema de desagüe y la región de Soho aún no contaba con alcantarillado. Fue justamente ese barrio el epicentro del brote en agosto de 1854, llegando a matar 616 personas – 127 de ellas sólo en los tres primeros días. El médico John Snow logró identificar una única bomba de agua como el origen del brote en un trabajo que hoy se considera el marco fundador de la epidemiología moderna. 

Los avances en los estudios sobre la propagación de enfermedades trajeron el conocimiento de que la limpieza es esencial para el uso de las tazas de baño. La marca de aseo doméstico Harpic celebra 100 años de higiene de baños en 2020 – los primeros registros en nombre de la compañía remontan a noviembre de 1920. Harpic también se ha comprometido con los Objetivos Globales; en 2020, la marca está eliminando el uso de plástico negro en sus embalajes para facilitar el reciclaje y también está lanzando un limpiador de inodoros biodegradable.

Si quieres adivinar cuál es el retrete más caro del mundo, es probable que pienses en uno hecho enteramente de oro. De hecho, el inodoro de oro Hang Fung, cuya instalación costa alrededor de $5 millones de dólares, es solamente el segundo más caro y no es ni siquiera una taza de baño funcional. En realidad, tendrías que ir a la Estación Espacial Internacional para usar el gran retrete de $19 millones de dólares, que viene con abrazaderas de piernas (debido a la gravedad) y un filtro capaz de convertir la orina en agua potable.